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Cómo la poderosa inteligencia del dato puede ayudar a tu negocio

En el mundo de los negocios, dentro o fuera de internet, gracias a la tecnología el futuro es hoy.

¿Eres uno de tantos que todavía le temen a la tecnología? Si es así, no hay problema porque la razón de ese temor es muy sencilla: desconoces lo que la tecnología puede hacer por ti, por tu empresa, por tu negocio/tienda y, en especial, por tus clientes. Y lo mejor, ¿sabes qué es lo mejor? Que nunca es tarde para comenzar a utilizar las más poderosas e innovadoras herramientas.

Los seres humanos, por naturaleza, sentimos tanto curiosidad como temor por lo desconocido. En un comienzo nos produce fascinación, nos atrae, pero luego se aparecen los miedos, la prevención y la desconfianza. Nos sucede todo el tiempo, hasta en actividades sencillas como aprender a montar en bicicleta o aprender otro idioma, así que es un conocimiento que ya está incorporado.

Lo único que resta, entonces, es dar clic en el botón de inicio y comenzar a disfrutar de los grandes beneficios que nos ofrece la tecnología. Que, valga decirlo, no está hecha para acabar con ninguna especie, para dejar sin trabajo a nadie o para comenzar una nueva guerra mundial. La esencia de la tecnología es servir al hombre en diferentes tareas, simplificarlas y potenciar los resultados.

En IOCA Group, hasta hace no mucho tiempo, el ciento por ciento de nuestro trabajo era in situ, presencial. Una tarea apasionante, que nos encantaba, pero que, honestamente, también nos desgastaba y con el tiempo se había vuelto compleja y costosa. Hasta que llegó la pandemia y fue necesario transformar nuestro modelo de negocio, trasladarlo al maravilloso universo en línea.

Al comienzo, y más por las forzosas circunstancias, fue algo difícil. Mentiríamos si te dijéramos lo contrario. Además, exigió un cambio de chip (que seguramente sabes no es fácil), generó miedo y resistencia y nos indujo tanto a desaprender y volver a aprender como a adquirir conocimientos, habilidades y destrezas nuevas. Hoy, damos gracias porque fue una oportunidad increíble.

Y lo mejor, ¿sabes qué es lo mejor? Que el fruto de ese aprendizaje, la cosecha de aquella siembra, la compartimos con nuestros clientes. Y les estamos ayudando a trabajar mejor, a producir más, a tener el control de los procesos internos, a brindarles a sus clientes nuevas experiencias de usuario agradables y satisfactorias. No solo aumentan sus ventas, sino también, la fidelidad de sus clientes.

Lo que hay detrás es una tecnología que se conoce como inteligencia del dato. Sus componentes son el Big data, la inteligencia artificial (AI) y el machine learning o aprendizaje automático por parte de las máquinas. Es una poderosa tecnología entre otras razones porque ya no parte de datos sintéticos (simulados) como en el pasado, sino de datos reales que le son previstos.

¿Sabes cuáles son los beneficios? Eficiencia, transparencia y múltiples métricas para analizar los resultados y optimizarlos. Estas herramientas nos permiten obtener datos precisos, reales, y relevantes de los clientes, de su comportamiento, de sus hábitos de consumo, para conocer en detalle tanto sus necesidades como sus deseos. Y, claro, poder anticiparnos y ofrecérselas.

En el pasado, no hace muchos años, este era un privilegio de unos pocos, de los gigantes del mercado, aquellos con un poder adquisitivo sin límites. Hoy, gracias a los adelantos registrados en los últimos tiempos, estas tecnologías están al alcance de todos y de cualquiera, del que quiera utilizarlas y aprovecharlas. Y con una relación costo/beneficio que, seguro, te va a sorprender.

Ahora, es probable que te hagas la siguiente pregunta: “¿Por qué yo, un pequeño negocio, debo invertir en esta avanzada tecnología y cambiar mi modelo de negocio?”. Este fue el mismo interrogante que nos planteamos nosotros en aquel momento, cuando las circunstancias nos enfrentaron al dilema de desaparecer o transformarnos para ser mejores y permanecer.

Las respuestas son variadas:

1.- Porque tu competencia sí utiliza estas herramientas y, si no reacciones, si no entras en ese juego, te va a tomar una ventaja que, créelo, nunca podrás descontar

2.- Porque tus clientes quieren lo mejor para ellos, quieren comprarles a los que trabajan con las mejores herramientas y les brindan las mejores experiencias

3.- Porque la competencia, que nunca ha sido sencilla, cada vez es más feroz, en especial porque los consumidores ya no se casan con ninguna marca

4.- Porque el ecosistema digital evoluciona y cambia de manera constante y, por ende, nos obliga a estar a la vanguardia para poder atraer buenos clientes

5.- Porque para quienes no utilicen estas herramientas los procesos serán cada vez más costosos y los resultados, menos satisfactorios

En el pasado, en el siglo pasado, en la era de los negocios offline, hablábamos del olfato para hacer negocios, de la capacidad para negociar o para vender. Hoy, créelo, esa es letra muerta. Lo que se impone hoy, en el siglo XXI, es contar con la información relevante necesaria para soportar tanto tus estrategias y acciones de marketing como tus decisiones. Hoy, la información es la mina de oro.

Un ejemplo claro es lo que sucede con la publicidad, dentro y fuera de internet. Hay dos formas de competir en esa jungla: la primera, con dinero. Es decir, midiendo fuerzas con empresas como Apple, Amazon, McDonald’s, Home Depot o cualquiera otra con capacidad para invertir miles de millones de dólares (¡sí, miles de millones de dólares!) en una campaña a largo plazo.

Ahora, no te engañes: esas empresas, como todas las grandes marcas y en especial las que son líderes en su industria, dejaron de competir solo con dinero desde hace décadas. Lo que cambió fue que el dinero se subordinó a la información de calidad provista por los datos. En otras palabras, invierten en tecnología de análisis de datos y luego toman la decisión de cómo y dónde invertir su dinero.

La segunda forma de competir en la jungla de la publicidad es a puño limpio, por decirlo de alguna manera. Mejor dicho, negarte a dar el paso al siguiente nivel, ser invisible, ser irrelevante y ver cómo, tristemente, la competencia se lleva tus buenos clientes. Y no es ficción: es la realidad que, lamentablemente, hoy viven muchos negocios y empresas que se niegan a dar el salto digital.

A partir de la información de calidad que te proporcionan estas herramientas, puedes diseñar e implementar campañas altamente segmentadas y personalizadas. Es decir, dejas de jugar al tiro al blanco y comienzas a comportarte como un negocio de verdad, uno que está en capacidad de ofrecerle al mercado, a todos y cada uno de sus clientes, justo lo que necesita y en el momento adecuado.

Podrás decir que te basta y sobra con las redes sociales porque allí tienes muchos clientes, pero estás equivocado. Por los caprichos del algoritmo, porque las personas se han cansado de lo que se publica en esos canales, las redes sociales hoy tienen una mínima porción del poder que atesoraron hace 15 años. En la actualidad, son un buen vehículo para llevar tus clientes potenciales a tus propiedades digitales.

Podrás decir también que tu página web es muy visitada y que recibes muchos comentarios en las publicaciones que haces en tu blog. Está bien, es maravilloso, pero también es insuficiente. Inclusive en el caso de las grandes empresas, estos canales digitales no son exclusivamente para vender: los utilizan, primordialmente, para educar, nutrir y fidelizar a sus clientes actuales.

Lo cierto es que hoy no tienes elección: ¿digital o físico? ¿Dentro o fuera de internet? Todos los seres humanos, absolutamente todos, somos offline y online. En el trabajo, en la recreación, en los deportes, en la salud, en cualquier tema o ámbito de la vida. Y, por supuesto, en aquel viejo y cambiante hábito de comprar, que necesitas conocer en detalle y en profundidad para vender más.

En otras palabras, tienes que estar aquí y allá, pero son solo presente, sino activo. Con una estrategia sólida y efectiva que te permita alcanzar los objetivos que te propones y, sobre todo, dar solución a los problemas de tus clientes. Es en esta tarea en la que la inteligencia del dato es útil para tu negocio por la transparencia de los procesos y, también, por la confianza de los mismos.

En el pasado, en el siglo pasado, manejar una empresa o un negocio era muy distinto a lo que se requiere hoy. El olfato y la intuición eran las herramientas más poderosas. En el siglo XXI, en el siglo de internet y la tecnología, son los datos, la información confiable, y por supuesto la acertada interpretación de esta para predecir tendencias y anticiparte a ellas, los que marcan la diferencia.

Una de las ideas equivocadas que nos venden cada día es que el futuro está por llegar: la realidad es que está acá hace rato y, lo mejor, al alcance de tu mano. Eso que llaman futuro en el mundo de los negocios es la inteligencia del dato, la sinergia del Big data, la inteligencia artificial (AI) y el machine learning (aprendizaje automático). Entonces, ¿sigues anclado en el pasado o comienzas a disfrutar del futuro hoy?

Si deseas conocer cómo podemos ayudar a tu negocio con la aplicación de las estrategias de la inteligencia del dato, no dudes en contactarnos. Un asesor especializado se honrará en atenderte.

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