
En la víspera de la Navidad de 2018, el planeta recibió un regalo maravilloso. El 15 de diciembre, en San José (Costa Rica), de la mano de Ellian Villalobos, se creó la fundación Green Wolf. “Nuestro propósito es educar a la población en temas ambientales, involucrarlos en los procesos de restauración y preparar una generación para el cambio, con liderazgos marcados y capacitados”.
La triste realidad, la terrible realidad, es que la humanidad libra una lucha contra el reloj. El planeta pasa factura por tantas décadas de descuido, de maltrato, de abuso de la naturaleza, de los recursos, de la vida. Diferentes voces autorizadas anuncian que estamos cerca de llegar a un punto de no retorno, de ahí que la premisa es que no se puede perder más tiempo.
O, dicho de otra forma, si no actuamos YA, si no dejamos de causarle más daño al planeta, si no revertimos la tendencia, después será demasiado tarde. Después ya no habrá nada que hacer y, lo peor, los lamentos no servirán. Por eso, el trabajo comprometido de organizaciones como Green Wolf es un ejemplo que debe extenderse, que no puede ser un esfuerzo aislado.
“El poder está en nosotros, en cada uno de nosotros. En la autenticidad y en la pasión de nuestras acciones, en cree que es posible lograr transformaciones importantes. Queremos inspirarlos a ser fuertes individualmente y solidarios en la manada como indica nuestro eslogan. El mensaje que queremos transmitir es que se vale soñar y lograr eso que soñamos”.
A pesar del poco tiempo que lleva trabajando, Green Wolf ha conseguido resultados significativos. ¿Cuál es la fórmula? Acciones múltiples simultáneas. “Realizamos campañas de limpieza urbanas y en la costa, reforestaciones, restauraciones ecológicas, charlas, talleres, festivales ambientales que involucran el arte y encuentros para la acción climática”.
En Green Wolf saben que la situación actual no da más espera y que los ecosistemas son frágiles y vulnerables, así que pasaron de la retórica a las acciones. “Nuestro propósito es educar a la población en temas ambientales, involucrarlos en los procesos de restauración y preparar una generación para el cambio, con liderazgos marcados y capacitados”.
Lo más satisfactorio ha sido conocer las realidades ambientales de las siete provincias, establecer en cada una de ellas alianzas con distintas entidades y organizaciones, tanto locales como estatales, para crear bases firmes a través de un organigrama que les permite seguir creciendo a paso firme como organización. Y, por supuesto, contagiar a más personas.
La fundación enfoca sus actividades en varios frentes. Uno de ellos es el ambiental, en el que se concentran en proteger la fauna silvestre, la vida submarina (en especial, los tiburones, una especie amenazada) y los recursos forestales (siembra de árboles). Además, se realizan campañas de limpieza de diversos escenarios naturales, incluidos los urbanos.
Apalancados en la educación y el ejemplo como herramientas de transformación, así mismo, se lideran campañas de empoderamiento femenino. El 70 por ciento de la fuerza voluntaria de Green Wolf está conformada por mujeres, que a través de su compromiso, su pasión, su devoción por lo medioambiental y su disciplina y perseverancia han liderado las actividades.
Otra línea de trabajo es la sensibilización ambiental. ¿En qué consiste? “En promover la acción y la educación entre los individuos y grupos sociales; una acción informada y decidida, crítica e innovadora a favor del medioambiente, con la idea de construir una sociedad que sea sostenible y, en especial, más consciente del impacto que genera su comportamiento”.
Por ejemplo, el fomento del uso de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades, la construcción de infraestructura vial, la venta de bicicletas eléctricas y la celebración del Día Mundial de la Bicicleta (3 de junio), una jornada en la que se invita a los ciudadanos a bajarse de los vehículos y subirse al caballito de acero a quienes habitualmente no lo hacen.
Sin embargo, hay más. También se ejecuta acciones de responsabilidad social empresarial, destinadas a reforzar los esfuerzos individuales. Una de ellas es la denominada bienestar animal, un voluntariado que busca atender a las mascotas que están en centros de rescate, pero también ofrecerles a estas personas la posibilidad de sentirse bien a través del servicio.
La reforestación, planeada y monitoreada por ingenieros forestales para que se realice de la manera adecuada, está inspirada en la convicción de que los árboles son la raíz de la vida. Además, se les brinda a las empresas la posibilidad de adoptar un proyecto y contribuir a la recuperación socio-ecosistémica de Costa Rica, en generar un impacto positivo con el cambio climático.
Por último, el poder de la educación, que permite que los resultados no sean efímeros, circunstanciales, sino que puedan sostenerse a largo plazo. Para Green Wolf, esta es una estrategia prioritaria que se desarrolla a través de charlas, talleres y capacitaciones ambientales, bien sea virtuales o presenciales. Cada vez son más las empresas que se suman a esta loable iniciativa.
No es una tarea fácil esta de salvar el planeta, porque son muchos los años durante los que se ha causado daño. Sin embargo, la batalla no está perdida mientras haya organizaciones como Green Wolf capaces de liderar acciones efectivas y, en especial, de conseguir resultados positivos. Aunque falta mucho por hacer, también es mucho lo que se ha logrado ya.
“Poder desarrollar un proyecto en el Pacífico central, en el que hemos involucrado a distintos actores, es una gran satisfacción. Contamos con el concurso de la población, a la que hemos capacitado para restaurar el ecosistema. También nos motiva que nos reconozcan en cada rincón de la zona como un grupo amigo, que trabaja integralmente con ellos, por ellos”.
En la víspera de la Navidad de 2018, el planeta recibió un regalo maravilloso, la creación de la fundación Green Wolf. Un regalo que se renueva cada día, que amplía su impacto positivo a través de la multiplicación de las acciones y que poco a poco rompe barreras y paradigmas. Un regalo que Costa Rica y su gente apasionada por el medioambiente quiere hacerle al planeta.