“La vida y el método del mejor maratonista del mundo, y sus valiosas lecciones para los negocios.”
Si no eres un aficionado al deporte, en especial al atletismo, es muy probable que no hayas escuchado el nombre de Eliud Kipchoge. Este keniano (nacido en 1984 en Kapsisiywa) es considerado el mejor maratonista de la historia. ¿Los méritos? Doble campeón olímpico (2016 y 2020), récord mundial (Maratón de Berlín 2018) y primer corredor que bajó de las 2 h en los 42 km.
El menor de cuatro hijos, fue criado por una madre soltera (maestra) y solo conoció a su padre a través de fotografías. Vivía en una granja en las afueras de la población y cada día debía recorrer 3 kilómetros para llegar a la Escuela Secundaria Kaptel. Dos décadas más tarde, en 2018 y 2019, fue elegido Atleta del año por World Athletics (antes, Federación Internacional de Atletismo Amateur – IAAF).
En un país golpeado por la corrupción, la inestabilidad política, la escasez del suministro eléctrico y la ineficacia de la gestión de los sectores clave, los corredores han encontrado la forma de hacerle una gambeta a la pobreza. Además, a punta de victorias en pruebas de largo aliento en competencias del más alto nivel, han forjado una hegemonía que ya es legendaria en el deporte.
¿Qué los hace tan buenos? No hay una respuesta definitiva. El Instituto Danés del Deporte realizó un estudio que, después de 18 meses de investigación en Kenia, concluyó que los atletas de este país poseen genes que les permiten correr más rápido. A esto contribuye el entrenamiento en altura (2.130 metros) que provoca un aumento de la cantidad de los glóbulos rojos en la sangre e incrementa el rendimiento.
“Quiero inspirar a mucha gente, que todo el mundo se dé cuenta de que ningún ser humano tiene límites”, dijo Kipchoge después de marcar 1h 59m 40s para los 42 k 195 m, el 12 de octubre de 2019 en Viena (Austria). Atrás quedaba la frustración de no haber podido asistir a Londres-2012 por una lesión en el isquiotibial. Se recuperó y a partir de ahí todo fueron triunfos y celebraciones.
En una entrevista al departamento de Prensa de la World Athletics, Kipchoge aceptó el reto de escribirle una carta a su yo de la infancia, aquel niño que corría por instinto sin saber lo que el destino le depararía. Un ejercicio divertido que, además, nos permite conocer algunas de las claves de su éxito, un sistema que cualquiera puede replicar en el atletismo, otro deporte o los negocios:
“Eliud,
Aún no te das cuenta, pero crecer en una granja en la zona rural de Kenia te ayudará a desarrollar habilidades que te llevarán lejos en el deporte del atletismo.
Desde una edad temprana, ya posees una buena ética de trabajo y autodisciplina. Cada día ayudas a recoger agua del río para tu madre y cuidas de los animales de granja.
También eres un buen estudiante. Te gusta la escuela. Siempre trabajas duro y estás dispuesto a dar lo mejor de ti mismo. Estos son los principios que luego transferirás a tu carrera profesional.
Siempre das prioridad a la formación y haces lo que es necesario. Nunca pospones tus deberes.
Eliud, también serás muy afortunado en los primeros días de tu carrera. Muestras una gran iniciativa al acercarte al mundo y al medallista de plata olímpico de obstáculos Patrick Sang para que te entrene.
Sin duda, seguirás su régimen de entrenamiento durante los próximos 17 años. Será una decisión inspiradora.
Patrick será mucho más que un entrenador para ti. Se convertirá en un mentor, un entrenador de vida y una figura paterna. Él te elevará a títulos mundiales y olímpicos y a récords mundiales; alturas que estaban más allá de tu comprensión cuando eras joven.
Además de las grandes personas que vas a conocer, también desarrollarás una pasión por los libros, que te darán habilidades que te ayudarán en tu carrera. Estás particularmente interesado en libros de autoayuda y autobiografías, y un libro en particular – Who Moved My Cheese? – es una publicación a la que te referirás una y otra vez. El libro es igual de relevante para un hombre de negocios o un atleta, pero es muy útil para ayudar a lidiar con los períodos de cambio.
Eliud, aprenderás a vivir en un mundo en crecimiento y en vías de desarrollo. Los medios de comunicación social llegarán más tarde y aunque al principio te cuides, aprenderás a aceptarlos. Llegarás a entender que como corredor de maratón son un gran medio para introducir a la gente en tu mundo e inspirar.
Con el tiempo, tu entrenamiento se hará más sofisticado. Más adelante en tu carrera, realizarás ejercicios regulares de fuerza y estabilidad que fortalecerán tu cuerpo. Pero no le aconsejo que empiece estos ejercicios antes; así es como se ha desarrollado su carrera.
Sigue haciendo lo que estás haciendo, Eliud. Tomarás grandes decisiones que permitirán que tu carrera florezca de una manera que no podrías haber imaginado cuando crecías en las Tierras Altas de Kenia”.
Eliud
“El atletismo no depende tanto de las piernas, sino del corazón y la mente”, asegura. Corazón y mente que se coordinan para controlar el mínimo detalle de su preparación, de su descanso, de su dieta. “Lo que me ha permitido aguantar tanto tiempo en el más alto nivel es la autodisciplina. Fijo mis prioridades, digo no a lo que sé que no es provechoso. Creo ciegamente en la planificación”, afirma.
“Me encanta mi consistencia, que es lo que me ha permitido alargar mi carrera. Todos esos hábitos tan pequeños han contribuido a mi longevidad. No tengo un truco, no hay secretos: solo centrarse, enfocarse en correr”, explica. Quienes han seguido de cerca su carrera y lo conocen en la intimidad aseguran que seguir al pie de la letra su libreto es la clave del éxito. El sistema no es negociable.
¿Cómo es su sistema de entrenamiento? “Debería rendir al 80 % los martes, jueves y sábados, mientras que los lunes, miércoles, viernes y domingos el tope es el 50 %. Intento no correr al 200 % en los entrenamientos normales. Al 60, 70 u 80 % está bien”. El resto es descansar bien, comer bien, hidratarse adecuadamente y mantenerse sano para resistir la exigencia de la competencia.
“Documento la duración, el kilometraje que hago cada día, también, los masajes, los ejercicios. Documento todo lo que hago, hasta las zapatillas que uso en los entrenamientos”. Nada se deja al azar, nada se improvisa: todo lo que se hace tiene una razón de ser y, por supuesto, un objetivo. Y se mide milimétricamente, porque en la élite los pequeños detalles marcan la gran diferencia.
Para eso, cuenta con un equipo que lo respalda. Esa es una premisa de la vida y de los negocios: nadie llega solo, nadie triunfa solo. Nadie escaló el Everest en solitario, siempre se requirió ayuda. “Nosotros definimos equipo como a un grupo de personas que confían entre ellas. Eso es lo que nos ha mantenido unidos tanto tiempo, ser uno, lo que nos ha permitido entrenar a nuestro mejor nivel”, dice.
En IOCA Group nos sentimos plenamente identificados con la historia de Eliud Kipchoge. Quizás sabes que nuestra CEO Ana María Carrasco también fue deportista de élite, campeona mundial de esquí acuático. Los pilares de su éxito, los valores y principios que guían al multicampeón africano son los mismos que ella nos ha inculcado, premisas del deporte que son la base del éxito en los negocios: Veamos:
1.- Planificación. Es la primera piedra del éxito. Tal y como lo hace Kipchoge, es necesario establecer con antelación qué hacer y por qué. Y medir, medir y medir. La planificación no solo evita la improvisación, sino que también mantiene a raya a las emociones, que son traviesas y traicioneras a la hora de tomar decisiones. El resultado del trabajo dependerá de la planificación.
2.- Enfoque. En el mundo moderno, en el que estamos hiperconectados 24/7, es muy fácil distraerse. Por eso, aquellos que establecer un objetivo, trazan un plan, diseñan una estrategia y la ejecutan al pie de la letra, son los que alcanzan el éxito. Enfoque significa no dejar de creer en la meta, a pesar de las dificultades, de los errores, de los fracasos que se den a mitad del camino.
3.- Disciplina. Hacer lo que sea necesario hacer en el momento que sea necesario. Apegarse al plan, respetar los tiempos del proceso, controlar las variables que puedan afectar los resultados y sobreponerse al cansancio, al dolor, al desánimo de la derrota. En los negocios, la disciplina tiene mucho que ver con la atención al cliente, la logística, la gestión de inventarios y las garantías.
4.- Constancia-Perseverancia. Abundarán las dificultades, siempre habrá rivales (competencia) muy fuerte, cada vez mejor. La mejor planificación, el mayor enfoque y toda la disciplina del mundo de nada servirán sin constancia. Cuidar esos pequeños detalles que marcan la gran diferencia, esos motivos intangibles por los que un cliente te elige una y otra vez.
5.- Alegría (disfrutar). La pasión es el combustible que te llevará al éxito. Si no amas lo que haces, si no lo disfrutas, tarde o temprano tirarás la toalla, te dejarás vencer por las adversidades. Disfrutar el momento, porque no sabemos qué pasará mañana. Trabajar con la convicción y la alegría de saber que tus productos y servicios contribuyen a hacer mejor la vida de tus clientes.
El pasado miércoles 7 de junio se celebró el Global Running Day, o Día Mundial del Corredor. En IOCA Group nos unimos a esta celebración conscientes de los beneficios de los hábitos saludables, de la práctica del deporte y de la buena alimentación. Estamos convencidos de que la vida no es una competencia, pero aprender y practicar los hábitos de Eliud Kipchoge te ayudarán a ser un campeón en la vida y los negocios.