
La salida más fácil, quizás, habría sido tirar la toalla. Dar el portazo, culpar a la pandemia y ponerle punto final a un sueño que comenzó por allá en 1980. Era un mundo distinto, un escenario distinto, un mercado distinto, pero el sueño sigue siendo el mismo, está intacto. Por eso, quizás, la opción de tirar la toalla, la de dar el portazo, nunca estuvo en consideración.
A veces, muchas veces, la vida nos envía mensajes que los seres humanos no somos capaces de interpretar, o lo hacemos de manera equivocada. Cuando las circunstancias son adversas, cuando no obtenemos el resultado que esperamos, cuando el panorama se torna oscuro, lo interpretamos como dificultades, pero en verdad son oportunidades valiosas, únicas.
Como a tantas personas en el mundo, como a tantas empresas y negocios, la pandemia nos puso contra la pared. De sobra está decir que no estábamos preparados para enfrentar una situación como esta, caótica y extrema. Volábamos alto, plácidamente, y de un momento a otro fue como si nos hubieran pinchado el globo, que comenzó a caer vertiginosamente.
A veces, muchas veces, los seres humanos necesitamos caer en el infierno para darnos cuenta de que vivimos en un paraíso. La pandemia nos enfrentó al peor de los escenarios, uno que, por supuesto, jamás habíamos imaginado. Sin embargo, esa crisis pronto se transformó en una oportunidad, en un reto que asumimos con alegría y responsabilidad, con ilusión y pasión.
Y, claro, con mucho miedo e incertidumbre. No tiene sentido negarlo. Miedo e incertidumbre que, en vez de paralizarnos, sirvieron como el combustible que nos ayudó a enfrentar a este misterioso enemigo. Lo irónico es que en un comienzo creímos que el enemigo era el COVID-19, pero pronto nos dimos cuenta de que realmente estaba dentro de nosotros mismos.
Se manifestaba de diversas formas: miedo a cambiar, miedo a asumir los desafíos que la vida puso en nuestro camino, miedo a fracasar, miedo a que las circunstancias nos rebasaran, miedo a que la situación se tornara insostenible. Miedo a que ese sueño forjado hace más de 40 años se derrumbara y quedaran sin sustento tantos empleados, tantas lindas familias.
“Aunque tengas miedo, hazlo igual. Estás condenado a aprender”. Esta es una frase del sicólogo e ingeniero técnico industrial español Enric Corbera Sastre, autor de libros como El arte de desaprender, Crisis: ¿estás preparado para crecer?, El arte de escuchar el cuerpo y Bioneuroemoción: un método para el bienestar emocional o Resetea tu mente, entre otros.
A lo largo de este proceso, el miedo no ha desaparecido. Quizás se transformó, quizás como el virus mutó, pero no ha desaparecido. Sin embargo, el aprendizaje ha sido maravilloso. Sin duda, ha valido la pena. Todos y cada uno de los días y de los minutos que ha durado esta situación. Un aprendizaje que, además, nos ha hecho mejores personas, mejor empresa.
Facundo Cabral, reconocido cantautor argentino, solía comenzar sus recitales con una frase que refleja a la perfección este proceso: “No fue fácil llegar hasta aquí”, decía, en referencia a tantas dificultades que enfrentó en su vida. Su padre los abandonó cuando era un chico y su madre falleció y quedó desprotegido. A pesar de todo, aprendió a vivir a su manera, y fue feliz.
Gracias al trabajo, al esfuerzo y a la pasión de todas las personas que conforman la familia de IOCA Group, logramos superar esta dificultad y seguir adelante. Nos transformamos, nos diversificamos y nos multiplicamos para brindar más y mejores servicios a nuestros clientes, nos fortalecimos para ser los aliados estratégicos ideales para quienes confían en nosotros.
Bienvenido, y gracias por haber llegado hasta acá. Aprendimos que “lo que no te mata, te fortalece”, y esta situación crítica provocada por el coronavirus nos fortaleció. Estamos preparados para esta nueva realidad que nos impone desafíos apasionantes, increíbles retos y compromisos que nos honran. Queremos seguir siendo fuente de transformaciones positivas.
Ser extraordinarios es el propósito que nos guía, la tarea que nos ocupa y nos motiva todos y cada uno de los días de nuestra vida. En el pasado ayudamos a otras empresas a convertirse en su mejor versión y ahora, apalancados en los superpoderes de las estrategias digitales, en las herramientas y recursos de internet, reiteramos y renovamos nuestro compromiso.
Si ya nos conocías, es un honor que sigas siendo parte de la familia de IOCA Group. Si acabas de conocernos, bienvenido a nuestra comunidad. ¡Juntos somos invencibles! Haz de saber que este es solo el comienzo, el primer paso de un largo camino que esperamos recorrer a tu lado. Estamos convencidos de que lo mejor está por venir y estamos listos para disfrutarlo contigo.
Un comentario