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Celebramos el Día Mundial de las Playas y nos quedó un sinsabor

Participamos, con Bimbo y la Fundación ConBiVe, en la limpieza de las playas de San Francisquito.

Nunca es suficiente. Esta certeza, sin embargo, más que una frustración, es un incentivo, un aliciente para seguir sumando esfuerzos en procura del mar, del planeta. Nunca es suficiente y esa es la principal motivación por la que IOCA Group, en asocio con Bimbo y la Fundación ConBiVe, uno de nuestros aliados en Venezuela, gestó una actividad de limpieza de playas.

¿La ocasión? Una muy especial: la celebración del Día Mundial de las Playas, una efeméride que se instituyó desde 1991 por iniciativa de The Ocean Conservancy, una organización fundada en 1972 con el nombre de Organización Delta. ¿Su misión? “La protección de hábitats marinos, la restauración de pesquerías sostenibles y la reducción del impacto humano en los ecosistemas oceánicos”.

Bill Kardash fue el gestor de la Organización Delta. Apasionado del mar y del medio ambiente, se fijó la misión de “educar y alentar a las personas a preocuparse por los animales”. Este era, apenas, el primer paso para desarrollar una ética ambiental más amplia. A partir de 1975, la organización pasó a llamarse Centro para la Educación Ambiental (CEE) y en 2001 tomó el nombre actual.

En sus primeros años, esta organización sin ánimo de lucro, que asesora al gobierno de los Estados Unidos en la promulgación de las políticas de protección del mar y sus especies, se enfocó en las especies individuales y logró algunas victorias destacadas. Sin embargo, sus directivos no tardaron en entender que esos esfuerzos aislados eran insuficientes.

Nos dimos cuenta de que no podíamos proteger las especies sin proteger sus hábitats y garantizar políticas y regulaciones sólidas y efectivas. Entonces, pensamos en grande, aumentamos nuestros programas y cambiamos a un enfoque más amplio basado en el ecosistema”. El Programa de Santuarios Marinos surgió como una respuesta a ese cambio.

Con el paso del tiempo, el trabajo se consolidó y la organización se transformó en una entidad dedicada a la conservación. Su trabajo se basa en la convicción de que cada individuo puede marcar una diferencia positiva para el océano. “Trabajamos en todo el mundo para garantizar un océano saludable y proteger la vida silvestre y las comunidades que dependen de él”.

La premisa que guía su trabajo es muy simple, pero poderosa: “El océano es responsabilidad de todos nosotros”. En IOCA Group, por supuesto, estamos alineados con ese propósito y, por eso, nos sumamos a la celebración del Día Mundial de las Playas, programado para el tercer sábado de septiembre cada año. Esta vez, nos concentramos en las playas de Higuerote.

Por si no lo sabes, esta es una región turística cerca de Caracas (Venezuela), que suele ser visitada por los habitantes de la capital durante los fines de semana y en la temporada de vacaciones. Su potencial es inmenso, porque las playas son bellísimas y el mar, acogedor. Por lo mismo, es un lugar que se encuentra expuesto al impacto negativo del ser humano.

Un paraíso desprotegido

Y eso fue, justamente, lo que con tristeza comprobamos en esta ocasión, específicamente en las playas de San Francisquito. Es una playa pequeña caracterizada por aguas un poco más profundas que las de Los Totumos o Puerto Francés, dos cercanos lugares más reconocidos. Por este razón, San Francisquito se ha convertido en el lugar preferido de los surfistas.

No posee una gran infraestructura turística y, quizás por este motivo, no es tan concurrida como otras playas cercanas. Sin embargo, ya sufre en impacto negativo de quienes visitan el lugar, como lo comprobamos in situ. Encontramos una gran cantidad de basura a lo largo y ancho del lugar, en el que había algunos turistas que parecían no darse cuenta de la situación.

Los voluntarios de Bimbo, la Fundación ConBiVe y IOCA Group nos dividimos en tres grupos. La tarea consistía en recoger plástico, vidrio y cualquier otro producto contaminante que se encontrara en las playas. ¿El resultado? Nunca el mejor esfuerzo es suficiente para salvar el planeta. Recogimos más de 50 bolsas de desechos, pero fue mucho lo que faltó por retirar.

Más del 80 por ciento de la basura que se retiró de las playas correspondía a botellas plásticas de un solo uso, quizás el mayor agente contaminante del planeta. ¿Sabes qué es lo doloroso? Que desde hace décadas sabemos cuál es el impacto de estos productos, pero continuamos usándolos indiscriminadamente. ¿Lo peor? Que disponemos de alternativas ecoamigables.

Fue muy satisfactorio para el grupo de voluntarios ver cómo, después de tan solo unos minutos de labor, la mayoría de los turistas que disfrutaba de las playas se les unió. Estaban ahí desde temprano, pero no le habían prestado atención al entorno que los rodeaba. Con alegría y entusiasmo, se sumaron a la iniciativa, que les provocó un impacto positivo.

Concluida la actividad, y a pesar del sinsabor de no haber podido realizar la limpieza completa, dada la increíble cantidad de basura que había en el lugar, se realizó una charla a cargo del personal de la Fundación ConBiVe. Su mensaje no solo fue bien recibido, sino que cumplió con la misión prevista: crear conciencia acerca de cómo los humanos afectamos el medioambiente.

El mensaje fue claro: solo hay un planeta y todos los seres que habitamos en él necesitamos del mar, de un mar limpio, sin contaminación. Por eso, se reiteró el llamado a ser conscientes de eliminar el empleo de plásticos de un solo uso y, más bien, adoptar artículos como las botellas reutilizables Bevu©. De hecho, cada persona que participó en la actividad se llevó una para su casa.

Nunca es suficiente, pero todo lo que se haga en pro del planeta, del cuidado de los mares, las playas y el medioambiente, es valioso. El aprendizaje que nos dejó esta actividad en el marco del Día Mundial de las Playas es que falta concientización y educación sobre el tema. Aunque es mucho lo que se ha hecho, es mucho más lo que falta por hacer. ¡Y estamos dispuestos a hacerlo!

Celebramos el Día Mundial de las Playas y nos quedó un sinsabor

Moraleja

Nunca es suficiente, pero estos pequeños cambios, estas actividades silenciosas, son los que derivan en grandes transformaciones. Y tú, que lees estas líneas, puedes cruzar esa delgada línea que divide el terreno entre aquellos que, como los turistas de San Francisquito, son el problema, y los que, como muchos de ellos, dieron el primer paso para ser parte de la solución.

En IOCA Group entendemos el poder de las palabras, pero somos conscientes de que nada hay más poderoso que los actos, que el ejemplo. Por eso, seguiremos liderando actividades como esta y, sobre todo, llevando por doquier nuestro mensaje. Crear conciencia y educar a quien nos permita compartirle nuestro propósito es un privilegio que procuramos honrar siempre.

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