El movimiento busca que la mayor cantidad de personas apaguen la luz y asuman un compromiso a proteger la naturaleza. Las pequeñas acciones pueden hacer la diferencia.
Solemos decir, con razones de sobra, que “la vida cambia en un segundo”. Y es cierto. Recuerda, por ejemplo, cuando en el mes de marzo de 2020, sin previo aviso y sin anestesia, la pandemia provocada por el COVID-19 nos cambió la vida. De un día para otro, la vida que llevábamos se transformó radicalmente y la realidad cotidiana se transformó.
Hoy, los privilegiados sobrevivientes de esa terrible situación, que cobró la vida de más de 6,7 millones de personas en todo el mundo, entendemos que se nos otorgó una segunda oportunidad. Y que bien vale la pena aprovecharla. Porque ya sabemos que la vida es frágil, que estamos expuestos a circunstancias adversas que nos superan por largo.
Otra lección poderosa, sin duda, es aquella de aprovechar el instante, el momento que vivimos, porque no sabemos qué va a suceder después. Porque ya sabemos que, quizás, no haya un después. En otras palabras, el mejor día para hacer lo que quieres hacer, lo que sueñas hacer, es HOY, el presente. Mañana quizás sea tarde, quizás no haya un mañana.
It’s a Mad, Mad, Mad, Mad World (El mundo está loco, loco, loco, loco) fue una famosa película de 1963, dirigida por Stanley Kramer. Era una comedia combinada con acción y aventuras, en la que participaron varios de los mejores comediantes de la época: Jerry Lewis, Buster Keaton, y Los Tres Chiflados (Moe Howard, Larry Fine y Curly Joe DeRita).
Sesenta años más tarde, ya no en la pantalla gigante, sino en la realidad, la película parece cobrar vida. Sí, porque hoy más que nunca “el mundo está loco, loco, loco, loco”, o al menos esa es la impresión que da. Pagamos la falta de acción del pasado, los malos hábitos y, dolorosamente, la indolencia de los seres humanos con nuestro planeta.
Por eso, justamente, tomar acción ya no es una opción, sino una necesidad. Imperiosa, por demás. Y ya no podemos ilusionarnos con un gran cambio, que quizás jamás se dará, sino con ser conscientes de que la sumatoria de pequeños esfuerzos se traduce en grandes transformaciones. Pequeños esfuerzos de la gente común, como tú, que ama el planeta.
Por eso, te invitamos a sumarte a las actividades programadas con ocasión de La hora del planeta. ¿Sabes en qué consiste? Es una iniciativa impulsada por el World Wide Fund for Nature (WWF), que en su web se define como “la mayor organización internacional independiente dedicada a la conservación de la naturaleza y el medio ambiente”.
Sus acciones están enfocadas en seis grandes objetivos: especies, bosques, océanos, agua dulce, alimentación y clima y energía. Cuenta con más de 5 millones de socios y una red global activa mediante el liderazgo local en más de 100 países. “WWF crea soluciones efectivas de conservación y trabaja de la mano a las comunidades locales”, afirma.
Su trabajo sigue tres líneas de acción transversales: gobernanza política y social, finanzas y mercados. “WWF trabaja por un planeta vivo y su misión es detener la degradación del planeta y construir un futuro en el que el ser humano viva en armonía con la naturaleza”, asegura. La entidad fue creada en 1961 y su sede principal está en Gland (Suiza).
La hora del planeta surgió en 2007 gracias a la iniciativa de WWG y la agencia publicitaria Leo Burnett. ¿El objetivo? Llamar la atención de la comunidad internacional acerca de los efectos adversos e impacto del cambio climático. Es un movimiento mundial que hace una invitación para cuidar la salud de nuestro planeta y de sus habitantes (todas las especies).
La primera edición se realizó en Sídney (Australia), el 31 de marzo de 2007. Consistió en un apagón de 60 minutos (de ahí el nombre de la hora), que dejó a oscuras monumentos y edificios. Fue un gesto simbólico que llamó la atención del mundo y que también se llevó a cabo en San Francisco (California, EE. UU.), allí con el nombre del Lights Out (luces apagadas).
Aquel esfuerzo solitario y aislado tuvo una gran repercusión mediática, al punto que a partir del siguiente año fueron más las ciudades y países que se sumaron a la iniciativa. Se estima que cada año, el último sábado del mes de marzo, en al menos 188 territorios se produce el apagón voluntario. Ahora, entonces, se trata de una iniciativa de alcance global.
Los promotores de La hora del planeta son conscientes de que un apagón de 60 minutos no servirá para contener los impactantes efectos del cambio climático. Sin embargo, apuestan porque este ejercicio ayude a “crear conciencia en las personas para que sus actos sean más responsables con el medio ambiente”. La sumatoria de pequeños esfuerzos se traduce en grandes transformaciones.
“Este día nos recuerda que la naturaleza es nuestro sistema de soporte vital, que nos brinda todo lo que necesitamos: desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar”, publicó WWF en su web.
Lugares icónicos como el Empire State Building, de Nueva York; el monumental hotel The Venetian, de Las Vegas, con sus 4.027 suites; el Space Needle, de Seattle, con sus 184 metros de altitud y su restaurante giratorio, y la Willis Tower, de Chigaco, el tercer edificio más alto del hemisferio occidental, participarán del apagón de 60 minutos en este año.
La invitación, para este 2023, da un paso más allá del acto simbólico de apagar las luces de tu oficina, edificio o casa durante una hora, de la 20:30 a las 21:30 locales. Se trata de la iniciativa #KMPorElPlaneta #VueltaAlPlaneta. ¿En qué consiste? El lema es “Ganar la carrera de la emergencia climática”, practicar ejercicio durante la hora del apagón.
“Es un reto que con el deporte y sus valores envía un mensaje de esperanza y fomenta el trabajo en equipo. Con el esfuerzo de la sociedad, de las empresas, de las instituciones, se puede ganar la carrera más importante de nuestras vidas: la carrera de la emergencia climática”, expresa WWF. La idea es darle la vuelta al mundo, recorrer 40.000 kilómetros.
¿Cómo participar? Estas son algunas de las actividades propuestas:
– ¿Si te gusta hacer ejercicio? Haz yoga a la luz de las velas
– ¿Si quieres estar al aire libre? Observar las estrellas o haz senderismo nocturno
– ¿Si eres aficionado del cine? Organizar una noche de películas
– ¿Si quieres reconectarte? Medita con un guía
– ¿Si quieres relajarte? Darte un baño de tina
– ¿Si disfrutas tomando fotos? Fotografía el paisaje nocturno de tu ciudad
– ¿Si eres competitivo? Reúnete con tus amigos y disfruta los juegos de mesa a la luz de las velas
Si ninguna de estas alternativas te llama la atención, prueba con estas:
– Apaga todas las luces y descansa durante esos 60 minutos, en silencio
– Cena a oscuras (claro, prepara la comida antes del apagón)
– Escuchar un pódcast (por supuesto, de un tema medioambiental)
– Mejora tus conocimientos sobre el cambio climático (por ejemplo, lee un libro)
– Mira un video educativo
– Acampa en el jardín o en el salón de tu casa con tus hijos
– Recoge basura en el parque de tu localidad o en las calles
– Haz limpieza en tu armario y dona la ropa que no uses a una organización benéfica
– Sustituye los objetos de tu casa que no sean ecológicos por alternativas sostenibles
– Instala bombillas de bajo consumo en tu casa
– Sal a pasear al aire libre con tu mascota y tu familia
– Utiliza Google Lens para conocer las plantas y los animales de tu barrio
– Ordena tu reciclaje
– Únete a La hora del planeta más cercana si en tu ciudad o localidad no se lleva a cabo
“Sabemos que los próximos 7 años son cruciales para mantenernos dentro de los límites planetarios y por debajo del umbral climático de 1,5 °C. De lo contrario, pasaremos a un estado de degradación ambiental irreversible y cambio climático desbocado”, asegura WWF en su web. Un futuro que, a la luz de los hechos recientes, sufrimos en el presente.
“El tiempo corre deprisa y en nuestra contra. La hora del planeta 2023 alerta de que hay que actuar de forma rápida y decidida. Esta década debe ser el punto de inflexión donde reconozcamos el valor de la naturaleza y prioricemos su recuperación junto a la de nuestro clima”, es la reflexión que se hacen los gestores de esta iniciativa en pro del planeta.
En IOCA Group, siempre nos hemos preocupado por el cambio climático y sus efectos, la conservación de la naturaleza y la educación para crear conciencia medioambiental. Por eso, a través de nuestras marcas propias y aliadas no solo le ofrecemos al mercado productos 100 % no contaminantes que reemplazan los plásticos de un solo uso.
Además, lideramos y acompañamos campañas de concientización, de limpieza y de educación con nuestras marcas Bevu®, con su línea de botellas diseñada para sustituir los envases plásticos de un solo uso, y Bentgo, especializada en recipientes y loncheras reutilizables para llevar tu comida a donde quieras y mantener hábitos sanos.
Conscientes de la dimensión del problema, nosotros ya tomamos acción y nos encantaría que te unieras. Como dice WWF en su web, “Demostramos valentía a través de nuestras acciones, trabajamos por el cambio donde se necesita e inspiramos a las personas e instituciones para hacer frente a las mayores amenazas de la naturaleza y el futuro del planeta, que es nuestro hogar”.
Y tú, ¿apagarás las luces? ¿Te unirás al reto de darle la vuelta al mundo?
Si aún no te decides, te invitamos a ver estos dos videos; quizás te inspiren: