
Desde muy pequeña, aprendió a hacerles frente a las dificultades. Nació en Colombia, en una zona de influencia de la guerrilla, en donde la violencia y el riesgo de secuestro eran pan de cada día. A sus padres no les quedó más remedio que salir del país, rumbo a Costa Rica, donde comenzaron de cero y donde Naomi Takegami descubrió su fuerte conexión con el planeta.
Fue en la escuela primaria donde sembraron en su corazón esa semilla. “Íbamos de gira en actividades en las que nos enseñaban acerca de conciencia social y medioambiental”, cuenta. Desde que era niña entendió la trascendencia de temas como el reciclaje y la ayuda social. “Todo mi tiempo libre lo dedico a trabajar en mi proyecto de apoyo local y ecoturismo”, agrega.
Se afincaron en Heredia, en el centro del país, a unos 10 kilómetros al noroccidente de San José, la capital. Es una ciudad pequeña (menos de 20.000 habitantes) en la que el comercio es la principal actividad económica. Sus padres abrieron un hotel que por años fue el elegido por cientos de turistas de todo el mundo. Un negocio que hizo olvidar las penas del pasado.
Sin embargo, como a tantas otras personas, la pandemia les derrumbó los sueños. La paralización del turismo los obligó a cerrar el negocio y a buscar alternativas. Fue, entonces, cuando Naomi reflejó su espíritu emprendedor y su capacidad de liderazgo que la llevaron a formar parte de la Cámara de Comercio de Heredia para promover un proyecto de turismo.
Esta experiencia traumática ha significado un gran aprendizaje que comparte en internet. “No soy una influencer”, aclara, sino una creadora digital. Produce y comparte contenido acerca de lo que hace y cómo lo hace, con la idea de ayudar a otros que se encuentren en la misma situación. “Lo que más me gusta es compartir con las personas”, dice con entusiasmo.
Aunque lleva poco tiempo, ya ha generado un impacto positivo. “Me llena de felicidad cuando me dicen que gracias al contenido que comparto sobre Heredia y sus atracciones han subido las reservaciones y las visitas en sus establecimientos”, afirma. Un contenido que tiene un norte muy bien definido: “crear consciencia acerca del cuidado del medioambiente y la naturaleza”.
El trabajo de Naomi, su pasión y su vocación de servicio nos enseñan que no es necesario ser famosos o contar con multimillonarios presupuestos para dejar una huella positiva en nuestro entorno. “Quiero que me recuerden como una mujer que desde muy corta edad impulsó el turismo, dio a conocer muchos lugares y apoyó zonas que estaban completamente olvidadas”.
Ser embajadora de IOCA: “Transmitir un mensaje que genere consciencia en otras personas es un privilegio y una responsabilidad que disfruto como embajadora de IOCA Group”.
Naomi Takegami
Algo
que pocos saben de mí: “La coherencia entre lo que piensas, lo que sientes y lo que haces
es fundamental para un medioambientalista. Por eso, soy una vegetariana
convencida”.